
Estaba “ojeando” un libro de autoayuda y ponía en una de sus páginas “Usted tiene el poder potencial de ser lo que quiere ser…. “Si está dispuesto a pagar el precio…” Vino a mi mente las preguntas que nos podemos hacer: ¿Cuento yo con ese potencial?, ¿qué es eso?, ¿qué significa pagar el precio?
Me remonté al momento en que el ser humano adolece de discernimiento, madurez y claridad de metas. En la etapa en que lo claro se vuelve obscuro. Y aún lo más sencillo parece imposible.
Algún autor decía que para alcanzar el éxito requeriría de disciplina, una actitud mental positiva y, lo más importante, creer en uno mismo para lograr todo: posición económica, poder, felicidad y bienestar.
Pensé que había llegado la hora de iniciar el ascenso de la montaña existencial, solo tenía dos alternativas; quedarme como estaba o arriesgarme y atreverme a cambiar mi vida, mi manera de pensar y de hacer. Hoy afirmo, que ha valido la pena el esfuerzo. Porque con el corazón se cree.
La mente sueña y anhela, pero es en el corazón donde se anida la fe, la confianza de haber sido dotado por Dios de talentos, habilidades y capacidad única para realizar. Nada se logra sin acción, entonces hay que poner manos a la obra: leer, escuchar, ver, asistir, hacer cambios, botar lo “botable”, dejar lo “dejable” y adquirir lo adquirible.
Proseguir a la meta sin mirar atrás, no conformarnos con pobres resultados. Dios no hizo al hombre en serie, lo hizo en serio. Una vez que concluyó su obra dijo “Es bueno”, es excelente, es extraordinario, es único… “se parece a mí, y sonrió”.
Afianzá tus pensamientos, ligalos a tu corazón y poné acción a tus sueños.
QUERER un mundo mejor, CREER que estás equipado para LOGRAR efectivamente aquello para lo que fuiste predestinado.
Estoy segura de que vas a levantar la cabeza y vas a tomar las riendas de tu vida. Descubrirás esas áreas dormidas en tu interior. Vas a romper las cadenas invisibles que ataron a tu corazón. Brillará la luz de la esperanza y despertará la fe en tus habilidades para alcanzar las metas que empecés a trazar el día de hoy. Eliminá tus debilidades y usa las fortalezas que te conduzcan al éxito.
El éxito es un llamado para todos, en tu mente y corazón existen metas que deseás alcanzar, resultados que obtener, sueños que realizar. ¡El éxito es para vos!
TE ESPERO EN LA CIMA